Si bebes más agua, beberás menos refrescos azucarados, menos cerveza, menos vino y, en definitiva, consumirás menos azúcar. Y, si no tienes sed, bebe de todas formas la cantidad de agua adecuada. Aprovecha, por ejemplo, el momento en que tomas tus vitaminas o tus suplementos nutricionales para beber un gran vaso de agua: no la escatimes, porque…
Somos agua: nuestro organismo está formado por más del 70% de este líquido prodigioso. Favorece el buen funcionamento de múltiples procesos: nuestra piel aparece más luminosa y radiante, mejoran nuestras digestiones y se depuran los tejidos. Mantener el organismo hidratado es imprescindible. Motivos para beber agua tienes muchos.
La hidratación es clave para una piel sana
PIEL RADIANTE. El agua es imprescindible para cuidar la piel: hidrata de dentro a fuera, manteniendo la elasticidad y el aspecto radiante de la piel. Es aquí, en la piel, dónde los efectos de una buena hidratación se hacen más patentes. Además, contribuye a mejorar el acné.
SISTEMA ÓSEO: Una hidratación adecuada es imprescindible para optimizar la creación de nueva sangre y células óseas.
TOXINAS a través del sistema linfático, de modo que el agua es primordial para mantener los vasos linfáticos en buen estado y una buena circulación de la linfa en ellos. A través de los intestinos y favorece el tránsito intestinal, ayudando a prevenir o a tratar el estreñimiento.
ELIMINA MÁS TOXINAS a través del sistema urinario, siempre y cuando éste funcione correctamente, la ingesta de agua cuida los riñones y ayuda a mantenerlos en buen estado y a prevenir la acumulación de residuos sólidos.
AYUDA A LUBRICAR LAS ARTICULACIONES. Protege del desgaste y, en ocasiones, contribuye a disminuir el dolor articulatorio. Además, previene los calambres debidos al ejercicio. Por ello es interesante beber agua antes de hacer ejercicio, durante y después.
FAVORECE LA PÉRDIDA DE PESO. Por una parte, porque contribuye a generar saciedad, es decir, ayuda a sentirse más lleno especialmente si se toma antes de las comidas. Por otra parte, mejora el funcionamiento del metabolismo.
ES BENEFICIOSA PARA EL CEREBRO. El cerebro está formado por agua en gran parte y funciona mejor bien hidratado. La deshidratación intensa redunda enseguida en trastornos de la atención, confusión, desorientación y otras perturbaciones cerebrales.
ES BENEFICIOSA PARA EL CORAZÓN: Un estudio realizado por el Adventist Health Study revela que las mujeres que beben cinco o más vasos de agua al día pueden reducir las posibilidades de enfermedades cardiacas en un 41% en comparación con las mujeres que solo beben dos vasos de agua diarios. Del mismo modo, los hombres sanos pueden reducir los riesgos de enfermedades coronarias en un 54 por ciento si beben cinco o más vasos de agua al día.
ES UNA EXCELENTE COMPAÑERA DE LA FIBRA a la hora de favorecer el tránsito intestinal y de reducir la absorción de las grasas en los regímenes de adelgazamiento. Los suplementos de fibra han de tomarse con abundante agua, y en algunos suplementos como el Psyllium, la ingesta de abundante agua es imprescindible.
ES IMPORTANTÍSIMA DURANTE EL EMBARAZO. El agua se encarga del transporte y distribución de nutrientes hacia el torrente sanguíneo del bebé, y es, además, un elemento fundamental que contribuye a evitar los problemas más habituales que afectan a las embarazadas.
REGULA LA TEMPERTAURA CORPORAL. El agua ayuda a regular la temperatura corporal, muy especialmente durante el ejercicio, cuando empiezas a sudar. A medida que el sudor se evapora, el cuerpo se enfría. Demasiada pérdida de agua como parte de la sudoración aumenta la sensación de agotamiento por calor. Es necesario que te mantenga hidratado durante el ejercicio para un buen rendimiento.
Sin embargo, lo ideal es beber de un litro y medio a dos diarios, hacer caso a la sed (el regulador ideal de la hidratación dl organismo) y no excederse, pues beber agua en exceso es peligroso.